lunes, 27 de octubre de 2008

Minigira catalana (II)

El día se presentaba nublado pero queríamos ver Barcelona aunque sólo fuese una pequeña parte de ella. Las Ramblas nos esperaban llenas de arte estático. La madre Teresa de Calcuta había resucitado y junto a ella un japonés se ponía su traje de gala. Un horrible monstruo abrazaba a Doña Sonrisas y dos rumanas se acercaban para ver que llevábamos en el maletín.


Tras la comida (almorzamos en el Fresco, cada vez este viaje me recordaba más al que hice hace dos años. En el fondo fue muy distinto pero había cosas que nos daba nostalgia a mi ángel y a mi) conocimos a Sebastían, nuestro chóver particular que nos llevó a Saint Celoni, nuestra primera parada. Al llegar, sin palabras. El teatro tenía 500 localidades y ante nuestra vista se presentaba enorme. Un lujazo y un honor actuar allí y, por supuesto, mucho respeto. En seguida nos avisaron de que no iba a ir mucha gente pero daba igual, por pocos que fuesen se merecían el máximo respeto como público. Después de probar las luces, el sonido, hacer un ensayo general en tan tremendo espacio y visitar los camerinos (cada vez nos sentíamos más profesionales aunque siguiesemos pareciendo niños chicos en Wall Disney) me tendí en el sofá y los focos empezaron a alumbrarme. La diva al dente se había hecho realidad y Lolita daba los primeros pasos en el escenario. "¿Qué pasa, Paco? ¿Has pasado la noche aqui?", son las primeras palabras que se escucharon encima del escenario del teatro municipal de Saint Celoni.

Al acabar la función, enhorabuenas y reproches porque la obra había sido demasiado corta y porque no se habían dado cuenta de que ya había terminado (al final de la obra nadie aplaudía y tuvimos que aplaudir nosotros, que momento!!!), pero, en definitiva, gustó y eso es lo importante. La gente salió contenta y aunque al final no habían llegado a sumar 100 localidades, nosotros también salimos más o menos orgullosos de nuestro trabajo; hubo errores pero casi inapreciables.


Al día siguiente nos esperaban otras dos funciones y ahí deberíamos solucionar los errores del final y los que habíamos cometido durante la obra. A la cama y a dormir.

viernes, 24 de octubre de 2008

Don Juan, el burlador de Sevilla


Cuando Tirso de Molina escribió El burlador de Sevilla no esperaba que la figura de Don Juan Tenorio fuese a ser adaptada siglos más tarde por Zorrilla en una obra quizá más conocida pero, en mi opinión, de menor calidad argumental.
Bajo la dirección de Emilio Hernández se muestra un Burlador de Sevilla nuevo, lleno de la esencia del Siglo de Oro pero con toques contemporaneos que no le restan calidad. Cuatro mujeres de negro abren la escena (única en cuanto a decorado) echando pestes de los hombres, Ojos verdes suena de la voz de la más flamenca. Llegamos a Italia y el Don Juan más joven de las versiones contemporáneas, al que da vida Fran Perea, inicia un monólogo cargado de descaro y poca vergüenza. Mezclado con música termina diciendo que "en España son ya más de mil". A su izquierda, un Jorge Roelas que cada vez me resulta más espectacular, se encarga de la figura del criado, típica en el Siglo de Oro y cargada de todas sus características típicas del mismo, gracia, espontaneidad y siempre siervo de su señor.
No menos importante es el papel de la mujer en esta obra y al que Hernández dota de una fuerza desgarradora en las cuatro figuras femeninas. Durante toda la escena la mujer aparece presente ya que es la encargada de mover los elementos escenográficos. Isabel Pintor, Lluvia Rojo, Marina San José y Ana Salazar son las actrices que prestan su cuerpo y voz a las múltiples amantes a las que Don Juan burla con las promesas de matrimonio y amor eterno.
Dos actores destacan entre el reparto por su versatilidad. Juan Fernández, el siempre malo malísimo, y Enrique Arce interpretan a cuatro personajes durante toda la obra, todos ellos diferenciados con la sabiduría del maestro y la energía del aprendiz.
Del Burlador de Sevilla de Hernández cabría mencionar la música y el desnudo. Los cuerpos se desnudan sin prejuicios y sin miedos a ser vistos en una avoragine de lujuria y pasión. La parte musical de la obra, que algunos críticos critican, valga la redundancia, por no estar bien insertada, creo que le da un toque contemporaneo y una ligereza a la acción que en textos de Siglo de Oro a veces es de agradecer.
Por último, me gustaría volver a destacar la interpretación de Fran Perea, un malagueño que cada vez convence más en teatro. El actor desnuda su cuerpo sudoroso y muestra a un Don Juan sin amor, lleno de simple desenfreno y de ganas de "gozar", sin escrúpulos ni compasión. Al final todos los errores cometidos serán pagados, incluso por los muertos, "muerto, que vivo Dios no lo quiera", dice Don Juan, sin saber que está presagiando su muerte.

jueves, 23 de octubre de 2008

¿Espectáculo?


Quizá por esta entrada puedan negarme una representación en un local sevillano (no creo que el recorrido de mi blog llegue a tanto) pero necesito expresar lo que he presenciado esta noche.
Acompaño a mi ángel al café-bar Egoista, en plena Alameda. Ella tenía que hacer un reportaje sobre una oferta que hacen de cafés gratis (una de las medidas más originales para solucionar la crisis) y me pidió que la acompañase pues tenía que entrevistar a una travesti y le daba corte.
Lo que me gustaría destacar es la manera que tiene el hombre homosexual de comportarse en el caso de los, correctamente hablando, travestidos.
En este café bar ofrecen todos los miercoles un espectáculo musical de trasformistas. No sólo no se atreven a cantar sino que además hacen mal el playback. Mover los labios no es hacer como que cantas. Si bien dos de las "artistas" tuvieron algún movimiento original, hubo una, Manoli del Tiro, que simplemente abría mucho la boca y movía los brazos con una canción de Mecano de fondo. Si quieres ponerte una peluca rubia, un vestido naranja, pestañas postizas, dos naranjas en el pecho y una sombra de ojos que te ocupe todo el párpado y parte de la cara e intentar montar un espectáculo de esa manera, estás acabado.
No me gusta criticar a nadie, cada uno es libre de hacer lo que quiera pero creo que nada de lo que esta noche se ha ofrecido en el café Egoista se puede llamar arte, incluso cuestionaría su calificativo de espectáculo.
Por último, me gustaría destacar las conversaciones sobre micros duros, dulces de leche y misterios que tuvieron las susodichas cuando no cantaron, quizá estaban mejor cuando tenían música de fondo.

Creo que por ser homosexual no necesitas ponerte una peluca y hacer un playback de Mónica Naranjo. Respeto también a los transexuales que quieren ser mujeres normales, sin ningún tipo de descaro espectacular.

martes, 21 de octubre de 2008

Minigira catalana (I)

Todo viaje comienza, como casi siempre, en un centro de trasporte; en este caso, el areopuerto de Sevilla. Doña Sonrisas estaba volando para Barcelona, había salido una hora antes. Nosotros, la diva, el italiano y mi ángel, esperábamos nuestro avión entre nervios y ganas por comenzar de nuestra primera gira. Entre fotos en movimiento pasamos el tiempo. Barcelona nos esperaba.

El areopuerto catalán nos esperaba y en él, con una sonrisa en la cara y corriendo moviendo los brazos nos esperaba con ansia Doña Sonrisas. Faltaba media hora para que nos recogiesen y teníamos ganas de conocer al alma de Palau Solidari, la ONG que nos "contrató" y al presidente de la misma. Entre imitaciones del cártel de Vicky Cristina Barcelona (estabamos en la ciudad de la película, no se podía esperar menos), bailes e imitaciones de La diva al dente y fotos varias se nos pasó volando el tiempo.


Bienvenida solidaria y camino a Badalona. Soltamos nuestras bolsas de viaje (sólo llevábamos una maleta, por ahorrar money, que ahora cuentan 10 euros) y saludamos a los que nos recogieron en su casa, Los Pimpi Grandfathers, ya los conocía pero cada vez los recuerdo con más nostalgia. Bajamos a buscar un lugar para cenar y viendo las puertas cerradas o a los camareros recoger las últimas mesas, encontramos un kebab abierto y entramos con hambre en la barriga.


Tras la cena, volvemos a nuestra niñez con cacharritos divertidos que me hacen paracer borracho. Gran inicio para un primer día. La primera noche fue divertida. A dormir que al día siguiente había que trabajar, que agradable suena decir que actuar es trabajar.



La historia continua.... (lo siento Mercedes te he copiado la idea)

martes, 14 de octubre de 2008

La diva al dente


¿Qué hacen juntos una diva venida a menos, un marchante de cuadros demasiado ingenuo para ser malvado, un estafador con ansias de venganza y una secretaria romántica? La diva al dente.
Las cosas no son como parecen en la agencia de Paco Prada. Fracasado y sin un duro, cualquier oportunidad es buena para sacar dinero y, más, si es a costa de los sentimientos de los demás. Pero no será todo tan fácil. Lolita, su secretaria y su amante, quiere otra vida para ellos y este nuevo negocio no les conduce a ella. Valenti le ofrece estafar a una soprano, Luchía del Bosco, que quiere relanzar su fracasada carrera hundica en gotas de alcohol.
La verdad y la mentira convivirán juntas y Lolita descubrirá que nada bueno se está tramando. "¿Y cual es la verdad, Paco Prada?", eso nos preguntamos muchos. Las ilusiones de los protagonistas se mezclarán en una espiral de lágrimas y éxito que siempre volverá a empezar. ¿Por qúe todos quieren la corona de Moldavia?
La diva al dente es la obra de teatro que este viernes estrenarémos en Barcelona, concretamente en Saint Celoni a las 22.00 horas, en colaboración con la ONG Palau Solidari. Ya os contaré que tal ha ido, esperemos que genial.
Saludos

viernes, 10 de octubre de 2008

Improvisación Vs Indecisión

Hoy, por primera vez, he hecho en Arte Dramático algo montado previamente. Como una de mis compañeras, Ana, ha demostrado, las improvisaciones no siempre son plato de gusto para un actor y sí, tendrán mucho que ver con la capacidad de resolución del actor, de rápida, pero en mi opinión poco trabajada, creatividad del mismo,... pero no me siento cómodo con ello. Y menos si la improvisación parte de mi persona y no de un personaje. En ese momento no habla un actor habla Jesús Redondo y para ser yo no hace falta trabajar.

Teníamos que escoger una palabra, cualquiera, y expresarla corporalmente durante un minuto. Con apenas un cuarto de hora de preparación, ha salido algo coherente con lo que a mí me gusta hacer. Si algo se que no me falta es capacidad de esfuerzo y trabajo y eso no se demuestra en una improvisación y sí en algo que te mandan montar o preparar.


Mi palabra escogida ha sido indecisión. Tenía que ser una palabra que tuviese que ver conmigo y acórdandome de las pruebas de acceso no pude evitar elegir esta palabra. 6 llamadas para eleguir uno de los dos monólogos. Me cuesta decidirme, lo reconozco.


En fín, me gusta hacer este tipo de ejercicios. Espero que Arte Dramático oscile más por el preparar algo que por el improvisarlo.





Un saludo

sábado, 4 de octubre de 2008

Cansancio

30 abdominales, 30 lumbares, 10 flexiones, 20 sentadillas...vuelta a empezar. Parece que cumplir un sueño cuesta más trabajo físico del que pensaba. Sudor a borbotones, camiseta chorreando y doce cuerpos que resbalan por el aula Mayerhold.
Tengo una clase increible. Creo que nos vamos a llevar bastante bien aunque, no lo puedo evitar, por la tarde me acuerdo mucho de mi otra clase, la de periodismo, que sigue su curso mientras yo sigo mi camino. Mi ángel, mi connovia, lalu,...gente, entre otras cuantas que me dejo, con las que compartía un aula con nombre numérico en el que no se hacía nada de ejercicio....

...pero las clases con tarima tienen un encanto especial. Durante cuatro años serán algo más que un aula.