Dedicar tu jornada de estudio a lo que más te gusta es un sentimiento que nunca había tenido. Siempre tienes los momentos en los que estas en la cama y dices "qué coñazo, ir ahora a clase", pero ahora no, ahora si me quedo dormido, me jode tanto que me digo "sea como sea, tengo que llegar a tiempo a esa clase, no me la puedo perder". Ese tipo de cosas hacen que, aunque sólo tenga seis horas de sueño como mucho, cada día me levante con ganas de luchar por lo que más quiero.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Momentos deseados
No es algo que suela pensar muy a menudo pero ayer me vino a la mente un gran sentimiento de bienestar. Me vi en la clase de Antonio Segura (quizá no sea la clase más divertida de Arte Dramático, pero sucedió allí -es la clase de lo que podríamos llamar como gimnasia-) rodeado por mis compañeros y me acordé de lo que había deseado aquello. Tener esa clase, que las clases no fuesen un copiaapuntes en un puputre de madera, que hubiese movimiento, energía, sudor, creatividad, respiración,...¡teatro! Había deseado tanto aquello, había soñado tanto con eso, que ahora no me daba cuenta de lo que estaba viviendo y sigo sin darme cuenta pero de vez en cuando vienen este tipo de sentimientos que dan positividad y alegría a toda la semana, dándome fuerzas para todo lo que llevo adelante en mi vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Que de recuerdos me traen tus entradas, no se si prohibirme leerte.
Un abrazo
Cuando suenen los aplausos
más fuertes de la cuenta,
quizás yo intuya el eco
y aplauda espontáneamente.
Mucha mierda
Me alegra verte con ese ímpetu y esas ganas... Espero que siga así mucho tiempo. ¡Un abrazo!
Pues sí, es rarísima la sensación de tener ganas de ir a clase, y no querer perderte nada =S xD
Luz, creo q recordar cosas bonitas nunca esta mal n?
Me alegraré de que aplaudas espontáneamente. Seguro que me llegan esos aplausos.
Yo también lo espero, sergio. Otro abrazo para tí.
Álvaro, que no la perdamos nunca ehhh!
Un saludo
Publicar un comentario