La envidia es algo que nace desde pequeñitos. Cuando tenemos un hermano/a (ahora hay que decirlo así para que nadie se ofenda), después de haber sido el primogénito o el pequeño de la familia, sentimos envidia porque todas las caricias y carantoñas van hacia esa “cosa minúscula que sólo llora, duerme y ...” -hace sus necesidades, querrás decir-. Entonces, empiezas a llamar la atención con travesuras y todos dicen: “Ay, que se está poniendo celoso de su hermanito/a (lo reitero)” No son celos, es envidia. Queremos estar en la piel de esa “cosa” y aunque nuestra piel siga siendo lisa y agradable de tocar, ahora nos toca limpiárnosla nosotros solitos porque nuestra madre ya tiene otra ocupación.
Desde la más tierna infancia sentimos envidia, sentimiento que nos acompaña el resto de nuestra vida. La envidia genera malestar con uno mismo y con la persona que nos gana en esa competición perdida de antemano. Pero lo único que pasa es que nos sentimos inferiores. Sentimos que cualquier foto que cuelga en las paredes de nuestra habitación es mejor que nosotros. La envidia no deja superar este sentimiento de inferioridad, al contrario, incentiva más el que nosotros somos peores. Según el prestigioso psicoanalísta Harry Snack Sullivan la envidia es “un sentimiento de aguda incomodidad, determinada por el descubrimiento de que otro posee algo que sentimos que nosotros deberíamos tener”, y esta incomodidad es la que hace que perdamos autoestima.
En el mundo del teatro hay mucha envidia, papeles que querrías conseguir y los consigue otro compañero, un director que escoge a tu amigo en vez de a ti, momentos que hacen que creas que el otro vale más que tú. Este sentimiento lo único que hace es que pierdas autoestima, algo esencial para un actor. La envidia tiene poco de positivo. Aprendamos a valorarnos. Conocer las virtudes y los defectos de cada uno puede hacer que no querramos ser ningún otro.
3 comentarios:
claro q estoy aqui!!
yo estoy en todas partes!! ;p
q modelo más guapa!!! ^^ jajaja
y el fotografo tambieeen, no te pongas celosillooo!!
(ah, no, q la envidiosa soy yo!) xD Muak!! :**
Si fuera tan fácil...
Es complicado no sentir envidia de los que están mejor q tú, es cierto.
Pero x lo menos q sea sana, para mejorar tú como persona, no para derrotar al q envidias.
Un saludo, luz de gas
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