"Sólo tienes que imaginar y... ¡disfruta! " Le dijo su padre a la niña que tenía al lado. No entendía muy bien lo que estaba sucediendo sobre el escenario pero el padre no quería que lo entendiese como estaba en el guión sino cómo su imaginación lo percibiese.
La historia de El Cascanueces es conocida por todos: el hombre avaro que no cree en la Navidad y al que el pueblo debe bastante dinero lo que hace que la Navidad de todos sea un poco más infeliz. Una historia de nieve e ilusión idealista que empalaga a cualquiera pero que es aceptable por el lenguaje que utiliza para contarla.
La música en directo y el ballet son las piezas claves de este espectáculo. Podría decir que no entiendo de danza clásica y no mentiría pero creo que al igual que la niña de la butaca de al lado sólo tenía que imaginar, yo sólo tenía que sentir. Las vibraciones que esos cuerpos perfectos me transmitían eran alucinantes. Decían tanto sin utilizar una palabra que ahora sí comprendo lo que puede expresar el cuerpo. Los movimientos perfectamente definidos. El hecho de tener una pierna levantada 20º más de lo debido ya cambia la figura y ese control debe de ser preciso y milimetrado.
Una historia clásica con algunos toques modernos, como el diablo con ciertos aires afeminados o los saltimbanquis repletos de humor expresivo. Lo malo: Desde Alemania se vuelve a caer en el estereotipo español y, además, desde, para mi gusto, lo más rancio y maleducado: los toros. ¿Se le pueden regalar a unos niños un torero que clava (imaginariamente, por supuesto) sus 'no se como se llaman ni me voy a molestar en buscarlo" en la espalda de una bailarina? Pues al parecer sí.
Una mención especial a los alumnos del Conservatorio Profesional de Danza de Sevilla que desbordan gracia cada vez que salen al escenario.
Muchas gracias, Laura. Marta me regaló un cascanueces de Berlin y ahora también lo tengo en mi mente.
viernes, 16 de enero de 2009
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6 comentarios:
El mundo estraño de los cuernos... Cultura machista que venera el trofeo que el rey vikingo daba al subdito que le prestó el choccho de su esposa...
Lo siento por el Cascanueces pero una vez más debo de decir aquello de... Mi reino no es de este mundo
Muy bien escrito todo, para variar, ¡ah! y uno de los niños es compañero de mi hija en ballet y en el cole
La historia vikinga como es!!!
Vivan los reinos extraterrestres, supermiss!!!
Qué gracia lo del niño compañero de tu hija. Eran todos superlindos...
Un besazo
K fuerte haber metido ese "pekeño" detalle...
Si dices lo de los toros, pequeño detalle maligno. Si dices lo de los niños, pequeño detalle de ilusión.
Un abrazo
Se llaman banderillas, porque de todo hay que saber Coko, o al menos creo en el concepto de la cultura trasversal, lo que no quiere decir que yo la tenga.
Kisses
Eso, Mercedes!!!! Que no me salía la palabra... Yo tb opino q de todo hay que saber, pero de toros.... Weno, cada uno tiene su opinión.
Un beso, Mercedes y gracias por regresar a la morada de tu ahijado.
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