sábado, 17 de enero de 2009

Y se fue

Y se fue el verano de 2008. Y se fueron las escrituras con mi nombre. La cultura escrita con compromiso. El flamenco disgustado y la guitarra sin silencio. Se fue el pianista apasionado y los cantantes ilusionados. Y se fueron las entrevistas telefónicas y los discos de regalo. Se fue el A3 con garabatos y la mirada de mi ángel al otro lado. Sí, tú, mi ángel. Tú también te has ido. Y yo mi fui. Y esa redacción se quedó allí. No sé porqué pero hoy la he echado de menos.
Se fue el protagonismo de los becarios, esa corbata de calaberas que llamaba la atención, esas historias que tú siempre contabas, esa pareja tan extraña pero tan unida. Y se fue todo aquello. Y queda tanto... puede quedar tanto...

Y se fue por un sueño. Y se fue porque yo quise. Pero me cuesta tanto volver... tanto decir que todo me va bien..., por qué va bien, ¿no? Sí, va bien.

10 comentarios:

kenya dijo...

Claro que va bien, y si no, ya sabes donde y con quién tomar un café para hacer que, por lo menos durante ese rato, todo vaya mejor... ;)

Anónimo dijo...

Me alegro de que te vaya bien, lo que odio profundamente como persona que te adora es q no sea parte de ese commpendio nuevo y que no comportamos apenas nada, ni almuerzos, ni redacciones... espero que algun dia seas capaz de ver lo que te falta, si te falta de verdad y vuelvas hacia atras, no se por cuanto pero aun te espero...

Anónimo dijo...

Vaya, vaya...

Uno de los más honestos de tus honestos escritos, periodista mío.

Esos tiempos eternos de los hombres, que no pasan porque por los hombres no pasa el tiempo.

Si yo fuera el... ¡Cuan largo me lo fiais!, pero por otro lado quizás sea mejor así, ¿no?.

Tu amiga

Ego dijo...

Creo que nunca tuve nada tan claro como que tenía que mentir en mi currículum. No fue difícil. Mi profesor de Redacción Periodística me había dicho que todo el mundo mentía en esas cosas y, bueno, yo también era parte de todo el mundo. Así que puse que acababa de terminar tercero con unas notas brillantísimas donde proliferaban las matrículas y condecoraciones. Puse que había hecho un cursillo intensivo de nuevas tecnologías, y adjunté un falso diploma trucado con el ordenador. Puse que durante segundo ya había estado de prácticas en un periódico que no existía, y puse que había sido socia fundadora de la radio de la universidad, que tampoco existía. Mis 21 añitos me avalaban. No iba a poner que aún seguía en primero, que mi tutor me odiaba, que era una forofa del sensacionalismo, y que estaba completamente de acuerdo con Hearst en lo de que, si no hay noticia, se inventa.
Ahora sé que esa sarta de mentiras fue lo mejor que hice en mi vida.

(S.M. Ídolo contaminado)

Me_llaman_coko dijo...

Kenya, ya sé donde estás y el café está siempre disponible.
Anónima, sé lo que tengo y lo que me falta a ratos. Sí, a ratos, porque en el fondo os sigo teniendo a cada momento, en cada almuerzo y en cada recuerdo.
Weno, eso de q por los hombres no pasa el tiempo..., Miss, habría que verlo... q yo me estoy empezando a ver arrugas (ahghghggh)
Vivimos a base de mentiras. Si supieras las veces que he ido al teatro mintiendo...diciendo q era de prensa sin escribir nada después...

Un besooo

Anónimo dijo...

bueno, por fin he podido entrar...y con que me encuentro, pues con una historia preciosa sobre vidas q se separan y sobre historias de todos. Muy bien coño. Sigue asi.

Mister divino 2009

Anónimo dijo...

bueno, por fin he podido entrar...y con que me encuentro, pues con una historia preciosa sobre vidas q se separan y sobre historias de todos. Muy bien coño. Sigue asi.

Mister divino 2009

Me_llaman_coko dijo...

Así me gustaaa, divinoooo!!!

Espero que te sigas pasando por aquí, que ya era hora.

Un abrazoo

Unknown dijo...

Muchas veces,y la mayoría sin ganas,tenemos que mirarnos al espejo,sonreir y recordarnos con firmeza:sí,todoa bien.
Pero espero que en tu caso no sea así,sino real.
Un abrazo,guapo!

Me_llaman_coko dijo...

Muchas gracias, Orleans. Creo que es real, aunque hay veces que tengo que recapacitar porque no me lo creo del todo.

Un beso