sábado, 22 de noviembre de 2008

Recuerdos y cambios


Ayer una de las redactoras de El Correo (María, eternemente alegre) dijo una gran frase con una cerveza en la mano: "No hay cambios buenos ni malos, simplemente diferentes". Yo no se si mis cambios habrán sido a mejor o a peor, lo que sí se es que mi vida ha cambiado mucho. Ahora puedo decir que soy féliz. La gente cambia, yo cambio, el mundo cambia,... aunque en el fondo, por mucho que lo queramos negar, todos conservamos nuestra esencia.

Hace tiempo que quería hablar de mi primer año de facultad (recuerdo esa frase de mi prima Vanessa: "Cuando entres en la facultad te cambiará la vida", ¡y tanto!) y de lo que queda de eso. Recuerdo como hace más de tres años un muchacho de pelo moreno con greñas en la nuca entraba por la puerta de la facultad de comunicación con timidez, con algo de miedo y con ganas de conocer aquella nueva situación que se le estaba presentando. Rápidamente conocí a dos mujeres que me acompañarían durante todo el curso y una de ellas se convertiría en una de mis mejores amigas. Ese año dió para mucho y allí conocí a mi grupo de amigos. Por azar conocí a mi ángel, a mi connovia y a un grupo con el que pasé grandes momentos. L me acompaño en ese encuentro del destino y juntos, acompañados por un alcalareño de nombre imposible de escribir, convivimos grandes experiencias.


Ahora, que acabo de comenzar un curso nuevo en otra escuela y que estoy conociendo a gente muy interesante y que cada día me cautivan más, echo un vistazo atrás y contemplo el panorama actual; lo que queda de ese minigrupo, de ese grupo y de esa gente que conocí en esos primeros meses de facultad. L se ha marchado de nuestras vidas y en su lugar alguien triste y oscuro la reemplaza, C es una persona a la que sencillamente le tengo alergia, Marta siempre estará ahí y el grupo de las Lauras and company se que, aunque el tiempo haga que nos veamos poco, es por un sueño y todos lo sabemos. Sólo una queda de aquel primer grupo de Estructura y Procesos Sociales, una niña blue muy especial para mí.


No añoro esos momentos. Son momentos que tienes que vivir para poder quedarte con la gente que realmente te merece la pena y me lo demuestran cada día.


Aquel muchacho al que le fue creciendo la melena, un día se la cortó en Londres y su vida fue cambiando. Hoy echa un vistazo atrás, pero sin añorar, sin pena, y pensando que, aunque la gente que ahora está conociendo serán dentro de tres años más o menos importantes en su vida, quiere compartir este momento con ellos y vivir su sueño sin fin.

8 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Ánimo y adelante

Anónimo dijo...

yo siempre tengo en mi cabeza una frase: "las personas son cíclicas", es decir, hoy son tus mejores amigos y mañana quizá forman parte del pasado, pero no por eso hay que dejar de considerarlos parte de tu vida.
Muy bonita tu reflexión...jejejeje.
Suerte guapo!

PD: Ah! por cierto! conoces a un tal Melchor que está en primero de arte dramático??

Ego dijo...

Todo empezó cuando se me ocurrió confidenciarle que la vocación se me estaba pudriendo. El gusanillo de ser periodista, que me llevaba picando desde la cuna, estaba en horas más que bajas. La culpa la tenían las tres veces que por casualidad había entrado a clase, y los terribles apuntes que en su día me pasó Lucía, lo más parecido a una amiga que tenía en la facultad. No terminaba de entender qué pintaban Shannon y Weaver, que eran un matemático y un ingeniero, o Kurt Lewing, que yo siempre lo había tenido por un atleta y resultó ser psicólogo, en el periodismo que yo había imaginado. Tampoco me cuadraba por qué teníamos que estudiar al dedillo la caída del Muro de Berlín, como si fuera a caerse mañana otra vez y tuviéramos que escribir la noticia.
Entonces se lo conté a Nacho. Le conté que ya no sabía si tendría agallas para pasarme en un periódico hasta las tantas de la madrugada, alargando el cierre, tomando cafés bien cargados y rodeada de compañeros que no conocería, para hablar del atleta y de noticias rancias. Y Nacho se rió, y cuando se reía se le formaba un hojaldre de arrugas en las esquinas de la boca, como a la mejor vieja de jet marbellí que se preciara. Ese día, mi tutor en funciones me dio el mejor consejo que me han dado en materia periodística:

- Mira, Silvia, hace ya mucho que me quedó claro que, para triunfar en este ministerio, la regla de oro consiste justo en hacer lo que en la facultad te dicen que no tienes que hacer, por deshonesto, amarillo o poco objetivo. Hasta que no tengas claro que la objetividad no existe no te harás periodista.

Anónimo dijo...

¿Tu con melena? que raro tenias que estar jeje , me alegro de que todo te vaya bien.
Un saludo

La gata Roma dijo...

Joder, y se te ha olvidado contar esa terrible chaqueta blanca que llevabas, jajaja pero yo no te conocí mucho en ese bus, y tu pensarías que yo era una loca que venía de recorrer Italia casi a lo mochilero.. jajaja Y cosas de la vida, yo estaba en Londres mientras tú te cortabas el pelo, y como ni éramos amigos ni nos llamamos. Yo volví a Italia de forma digna, y ahora vuelvo a Londres y tú no vas a estar, son ciclos iguales y diferentes.
Hemos cambiado mucho y poco todos, incluso yo creo que he cambiado mucho este último año, y estoy contenta, no plenamente pero quien sabe, estoy condenada al inconformismo…
Kisses miles

Me_llaman_coko dijo...

Gracias, Luz.
Llevas mucha razón en lo q dices MC. Ahora es alguien q forma parte de mi pasado, no de mi presente, aunque siga existiendo. Preguntaré por ese tal Melchor, con ese nombre no será muy complicado.
Ego, me encantan tus comentarios. No pasas siempre por aqui pero cuando pasas dejas huella. Creo q llevas toda la razón en lo que dices. La facultad no es el mejor sitio para aprender el oficio de periodista, sí para adquirir cultura general pero para saber cómo se trabaja de periodista tienes que vivir cómo poco en una redacción.
Pues raro no se si estaría pero feo también. Van bien las cosas joaquín.
Ostiaaa, todavía tengo la chaqueta en mi armario, Mercedes. Qué horror!!! Qué te vaya genial en London y acuerdaté de q en tu última visita estaba yo rondando la plaza de Picadilly Circus. Viva el inconformismo!!!

Chao a tutti

Juan Alberto Salvatierra dijo...

Cuidado con decir "soy feliz", pues los dioses son celosos... Me alegro, de todas formas, de que "seas mmmmmmmmm".

Me_llaman_coko dijo...

Buenoo, quizá los dioses sean celosos, pero mientras tanto disfrutaré de mi momento "mmmmmm" jeje.
Un saludo